La elaboración de los batiks es una técnica de teñido artesanal sobre tejidos naturales como algodón y seda. Su peculiaridad consiste en que una parte de ese tejido se cubre primero con una mezcla de cera de abeja y parafina con la que se trazan puntos y líneas. Esta película protege las zonas sobre las que no se desea poner color. Sobre el resto de la tela de aplican tintes vegetales de diferentes tonos. La cera se retira después con agua caliente, se aplica sobre las zonas ya teñidas que se quieran proteger y se procede a empapar la tela con otros colores. Este proceso de teñido selectivo puede repetirse las veces que se desee superponiendo colores y consiguiendo un llamativo aspecto.
Gracias a este proceso se producen dos características que nos ayuda a distinguir un auténtico batik de otros tejidos de producción industrial: Los auténticos pañuelos batiks tienen dibujo por ambas caras por lo que pueden usarse por cualquiera de ellas.
Fruto de su proceso de estampación tienen un característico y agradable olor a cera.
Durante su estampación los batiks se clavan en bastidores así que pueden tener pequeñas marcas dejadas por los clavos, pero estas marcas son prácticamente inapreciables.